sábado, 25 de febrero de 2012

1001 Juegos de inteligencia


Título: 1001 Juegos de inteligencia
Autora: Ángels Navarro
Editorial: Anaya
De 9 a 109 años
Fernando Romero Suárez, de 10 años, entró en la biblioteca en busca de un libro de juegos de inteligencia. En su colegio estaban tratando de organizar una ginkana, que, según leyó en el diccionario Clave, es una competición o prueba en la que los participantes deben salvar obstáculos y dificultades. Habían acordado que los obstáculos y dificultades que los participantes deberían superar serían de pruebas lógicas, tipo jeroglíficos, juegos de palabras, ejercicios de memoria, acertijos o problemas de matemáticas sencillos. A él, que le encantaba los juegos mentales, le habían propuesto que buscara un buen libro en el que se presentaran, de forma amena, clara y asequible este tipo de entretenimientos que potencian la capacidad de razonar.
Nada más traspasar la puerta de la biblioteca, vio a una señora, que no conocía, sentada en una mesa. Aquella mujer tenía el aspecto de ser una persona afable, inteligente y simpática. Pensó que se trataba de la nueva bibliotecaria y le preguntó cómo se llamaba. Ella le respondió de forma enigmática:
–Mi nombre es 1–14–7–5–12–20.
A Fernando le pareció una manera fascinante de empezar una conversación. Y esa misteriosa respuesta aumentó el interés del niño por la persona que la planteaba.
–¿Así que te llamas 1–14–7–5–12–20? Bien, bien. Pues me parece que esos números corresponden a letras del alfabeto. Si el 1 es la A, el 14 es la N, el 7 es la G, el 5 corresponde a la E, el 12 a la L y el 20 a la S. Tu nombre, por tanto, es Angels.
–Fantástico. Has acertado. Solo te faltó ponerle una tilde a la A. Mi nombre es, pues, Ángels y mi apellido 14–1–23 –1–19–19–16.
–Espera, déjame deducirlo. Tu apellido, que tiene las dos primeras letras de tu nombre cambiadas, es, es... ¡Navarro! Eres Ángels Navarro. Pero me parece que tú no eres la nueva bibliotecaria.
––Muy bien, chico, muy bien. Me dedico, sobre todo, a escribir libros sobre juegos de ingenio. Estaba buscando un niño juicioso, con gran capacidad lógica, que le gustaran los enigmas y la informática, que estuviera matriculado en el colegio Baudilio Arce, que tuviera 10 años, se llamara Fernando y se apellidara Romero Suárez y, lo más difícil, que fuera un entusiasta de los Beatles. Y lo buscaba para regalarle el último libro que he publicado. Como reúnes todas y cada una de estas características, este libro es para ti. Se titula 1001 juegos de inteligencia para toda la familia.
Fernando quedó encantado con aquel regalo, con aquel libro extraordinario que ahora no abandona casi ni para dormir.
Y este cuento, que parece de mentira, como todos; tiene mucho, mucho de verdad, también como todos. Lo que contiene de verdad cada cual lo tendrá que averiguar.
Texto y fotografía: Paco Abril