ALMA DE PAPEL

Una cajita con Alma de papel

Encuadernaciones Electra 42, en Gijón, es una acogedora y pequeña empresa de encuadernación que dirige Diana. Fue para mi una gran sorpresa encontrar nuestro Alma de papel primorosamente guardado en esta cajita, creación de Diana. No me pude resistir a fotografiarlo y a compartirlo en esta blog. Animo, a todo el que lo desee, a pasarse por este taller y deleitarse con otros preciosos trabajos de su propietaria.

En esta página podrás encontrar información sobre el proyecto
 ALMA DE PAPEL 

Relación de librerías en las que puedes encontrar Alma de papel
Gijón
C/ Casimiro Velasco 12, bajo – 33201 Gijón
Teléfono: 984 39 58 30
Calle de la Merced, 28 – 33201 Gijón
Teléfono: 985 34 18 80
C/ San Bernardo 31 – Gijón
Teléfono: 985 170 080
C/ Uría, 19 – Gijón
Teléfono: 985195055
C/ Corín Tellado, 20 – 33204 Gijón
Teléfono: 984 19 24 41
C/ Magnus Blikstad, 37 – 33207 Gijón
Teléfono: 985 342 614
C/ Colón, 26 – 33208 Gijón
Teléfono: 984 39 88 91
Oviedo
C/ Doctor Casal, 9 – 33001 - Oviedo
Teléfono: 985 207 761
C/ Plaza del Riego, 1– 33003 Oviedo
Telfs.: 985 21 88 24 / 984 08 34 70
C/ Campoamor, 24 Oviedo
Teléfono 984 285 361
Urueña
C/ Real, 6 – 47862 Urueña (Valladolid)
Teléfono: 983 717 018
Madrid
C/ Tutor, 57 – 28008 Madrid
Teléfono: 915 443 370

























El pasado viernes, 15 de marzo, estuvimos presentado Alma de papel en la librería Gil, de Santander. Agradecemos a Paz, Maleni y Jesús Gil la acogida que nos brindaron y su gran profesionalidad.
En esta ocasión tuvimos la suerte de contar con un excelente amigo y maestro, colaborador de la revista PeonzaJosé Luis Polanco, que hizo una estupenda disertación sobre el libro y la trayectoria profesional de Paco Abril. Transcribimos aquí el texto íntegro de la misma. Muchas gracias, José Luis.

Presentación del libro Alma de papel por José Luis Polanco en la librería Gil, de Santander.






    A algunos escritores les gusta decir que sus libros son mensajes que un náufrago arroja al mar. O largas cartas sin un destinatario concreto. La metáfora es hermosa, y apropiada en algunos casos. Los artistas necesitan dar cuenta de lo que les sucede, de lo que pasa en su interior. Compartir su obra -un poema, un cuadro, una melodía, una novela-; que es compartir su dolor y su alegría, su perplejidad, su asombro. En el caso de los escritores, su alma de papel. O mejor, su alma en el papel. 
Me perdonará Paco Abril que desvele algunos de los secretos de este su último libro. Un pequeño libro que tiene un gran parecido con la agenda que uno lleva en el bolsillo de la chaqueta, justo al lado del corazón. El cuadernillo en el que uno anota una idea que le viene de pronto a la cabeza, unas líneas que llaman su atención en la novela que está leyendo, unos versos de un poema, el título de la canción que suena en la radio, una reflexión que surge mientras toma un café, una idea cuyo futuro resulta difícil adivinar.
En las primeras páginas del libro, en las que explica el origen del mismo, y el proceso que siguió en su elaboración, escribe: “Un día rasgué una singular cartulina negra con la mano y comprobé, asombrado, que de esa herida surgía un borde de color gris plateado que parecía provenir de lo más profundo de sí misma. Poco a poco me fui dando cuenta del prodigio: lo que la cartulina mostraba era su alma de papel.”
A Paco -no tenéis más que mirar su página en internet-, le encanta crear collages. Quizá porque sabe muy bien que esta técnica convoca al azar y permite que aparezca, de entre lo trivial y lo prosaico, lo maravilloso. Fotografías, recortes, materiales diversos reunidos sobre la superficie del papel, se abren a la sorpresa, a la extrañeza de lo fortuito, al asombro.
Las manos de Abril, la destreza de los dedos, y su “lenta paciencia”, con la ayuda de las tijeras en ocasiones, y siempre de la textura de la cartulina y sus vetas, obtienen siluetas que son hijas del azar. “Líneas que son todo -nervios, arterias, venas…- cualquier cosa excepto demarcaciones y fronteras”, como decía Michel Leiris de los dibujos de André Masson.
Algunas líneas más adelante, escribe: “Lo que aquí está recogido es lo que esas figuras con alma de papel me contaron. He trasladado sus palabras con la mayor honradez y fidelidad de las que fui capaz.”
Imagino a Paco recortando, la mirada atenta, empeñado en extraer formas de la cartulina, como el alfarero busca el alma del barro que amasa. Pero él sabe bien que, mientras las manos trabajan, la mente no descansa. Seguramente una música suena en su cuarto de trabajo. O tal vez, no; tal vez prefiera el silencio, la callada soledad en la que se produce el ensimismamiento.
Regresa entonces el tiempo vivido: el recuerdo de tantos cuentos contados, de tantos libros leídos, el de aquellos otros que escribió; el recuerdo de viajes, encuentros, conversaciones. En El arte de la fuga, el mexicano Sergio Pitol escribe: “Uno, me aventuro, es los libros que ha leído, la pintura que ha visto, la música escuchada y olvidada, las calles recorridas. Uno es su niñez, su familia, unos cuantos amigos, algunos amores, bastantes fastidios. Uno es una suma mermada por infinitas restas.
Mientras rasga la cartulina –las manos ocupadas, la mente libre-, su cabeza elucubra, y desvaría; imagina mundos, escenarios, personajes que en ellos pudieran habitar; a veces, se cuela la actualidad. De una isla a un castillo, de un barco pirata al patio de una escuela, de un cuento a una noticia de prensa, de un personaje histórico a uno de ficción. Saltando de un asunto a otro, encadenando ideas que un hilo invisible une, sin que acertemos a adivinar cómo sucede: el discurrir de la mente por las carreteras de un mapa caprichoso, los disparatados saltos de la imaginación, las extrañas conexiones que establece cuando se asoma al pozo que guarda lo que somos y sentimos. Pero al cabo, ahí están -quizá encubiertos, medio escondidos- los asuntos que de verdad nos inquietan y preocupan.
Algo así creo ver en Alma de papel. La cartulina le ha regalado pistas, sugerencias, y éstas han estimulado su imaginación y su creatividad; pero le han conducido de nuevo al territorio de sus obsesiones.
Así, en este libro, se dan cita algunos de los temas más queridos por el autor, de los que ha ido dando cuenta en sus libros para niños -Resdán, La niña de la nube, La pregunta del cuco, Colores que se aman-. En sus artículos para maestros y bibliotecarios. En sus conferencias para padres y profesores. En sus sesiones de cuentacuentos. En las páginas del suplemento La Oreja Verde. En las exposiciones de la Fundación Municipal de Cultura y Educación de Gijón.
La importancia de los cuentos en la formación de los niños. La lectura, que es medicina y alimento, y nos ayuda a vivir. La imaginación y la fantasía, y su poder de transformación. No podía faltar tampoco la educación, una constante en su obra. La más difícil profesión que se pueda imaginar, la define en uno de los poemas. La importancia que para los niños tiene el juego en el proceso de conocimiento del mundo que los rodea. Guardan también estas páginas el eco de las tragedias de un mundo convulso, como en el poema que dedica a Gervasio Sánchez: el infierno está aquí, en efecto, y a veces estalla bajo los pies de un niño. O la necesidad de la belleza, un refugio en el que nos guarecemos de la barbarie. El regalo de las pequeñas cosas, que con frecuencia ignoramos, como si no existieran. Isla, luna, barco, luz, mar, nube, flor: dones en la aridez de la vida corriente.
Todos estos asuntos, y muchos otros, los aborda en unos textos muy breves, en los que ha adelgazado la prosa, limpiándola de adherencias, hasta convertirla en poesía. Son, en efecto, pequeños poemas que atesoran pensamientos, aforismos, reflexiones concentradas a modo de proverbios; que van más allá del juego de palabras brillante o ingenioso, o de la mera ocurrencia.
Contador de cuentos, Paco Abril no ha podido prescindir de esta condición tan suya, y reaparece en muchas páginas en las que encontramos pequeñas historias, minicuentos, como aquellos que les pedía a los lectores de La Oreja Verde.
En Hilo escribe: “Para ella la vida era superar precipicios de honduras insondables caminando en arriesgado equilibrio sobre un hilo de plata.”
Termino. Quienes hayan leído sus artículos, sus libros para niños, asistido a sus sesiones de cuentacuentos o visitado sus exposiciones, encontrarán en Alma de papel el paisaje de sus trabajos anteriores; y reconocerán el entramado afectivo, estético e intelectual de lo que ha sido el empeño de toda una vida.
José Luis Polanco
Santander, 15 de marzo de 2013. Librería Gil

EscaparArtes
Durante las pasadas fiestas navideñas, Alma de papel fue protagonista de este escaparate en la librería Cervantes (Oviedo).
Podríamos decir que es un "escaparArte".

También la librería La Buena Letra (Gijón), presentó Alma de papel, con mucho arte.

El pasado jueves, 27 de diciembre, estuvimos presentado Alma de papel en la librería Luces, de Málaga. El alma nos llevó de norte a sur, de Gijón a Málaga. Queremos agradecer a José Antonio y Pilar que nos acogieran en su librería en unas fechas tan bulliciosas y especiales.
En esta ocasión tuvimos la suerte de contar con un gran amigo y maestro malagueño, Cristobal Gómez Mayorga, que hizo una emotiva presentación del libro. Transcribimos aquí el texto íntegro de la misma y os proporcionamos el enlace a la blog de este maestro que, por encima de todo, es una bellísima persona. Muchas gracias, Cristobal.



Presentación del libro Alma de papel por Cristobal Gómez Mayorga en la librería Luces, de Málaga

      Érase una vez… una oreja verde: La oreja verde del famoso poema de Rodari. Esa oreja que es capaz de oír el lenguaje de los niños y que poca gente posee. La encontré por primera vez en el libro de nuestra amiga Mari Carmen Díez “La oreja verde de la escuela”. Cuando le escribí agradeciendo esa maravillosa obra, que me había convertido en maestro, me contó que no sólo ella poseía esa oreja mágica, y me puso en contacto con un tal Paco Abril. Otro privilegiado que, semana tras semana, ponía su oreja verde al servicio de los niños y niñas de Asturias, y lo plasmaba en el suplemento semanal del periódico La Nueva España. El destino quiso que muchos suplementos dominicales viajaran de norte a sur y llegaran a mis manos. Aprendí mil y una ideas para mi tarea educativa. ¡Lo que es la vida!, ahora tengo la oportunidad de darte las gracias, Paco, por todo lo que me enseñaste. 
      Luego fuiste responsable de que viniera a Málaga una exposición sobre un cuento maravilloso titulado Juul, un muñeco de madera que se destruía en cada insulto, y que sólo el amor de una niña lo componía de nuevo, y lo convertimos en un símbolo de paz y convivencia. También nos presentaste a Elmer, un elefante multicolor que nos ayudó a aceptar la diversidad y que, desde tu atalaya cultural, supiste recrear con mucho imaginación para que penetrara, sin esfuerzo, en el alma de la infancia. 
      Y luego vinieron otros cuentos, los tuyos, que han tomado vida en nuestras escuelas. Como Resdán, ese monstruo que salió del dibujo de Andrés para apaciguar su alma, y que nos motivó para jugar con nuestros nombres y sacar el monstruo que todos llevamos dentro. Y qué decir de ¿Sois vosotros los Reyes Magos?, que cada Navidad trabajamos en clase y nos ayuda a guardar nuestros pesares en la caja “quitapenas” o a viajar, con la imaginación, en la alfombra mágica. Luego viniste a Málaga y nos regalaste La niña de la nube, que ayudó a construirse a una chica invisible que tenía en mi aula. Muchos de estos cuentos los hemos trabajado en mi escuela y se han convertido en narraciones mitológicas, en cultura viva. 
      Las personas no están compuestas de células, éstas sólo forman organismos, sino que se construyen de narraciones, como afirma Eduardo Galeano. Y tú, has sabido narrar de forma magistral para ayudarnos a construirnos. 
      Gracias, Paco, porque has trazado puentes entre la literatura y el alma de la infancia. Has hecho mucho por la alfabetización y la cultura de los niños y niñas de este país. Ya sabes que un cuento es un tesoro y las letras sólo son llaves que abren esos cofres. Ese es el secreto del aprendizaje de la lectura. A ver si los maestros y las maestras nos vamos enterando.
      Los cuentos tienen poderes, lo aprendí de ti. Ya se sabe que un cuento plantea conflictos existenciales de la vida y nos ayudan a construirnos como personas. Y tú has sabido crear cuentos porque descubriste el secreto: trazar lazos desde lo simbólico, que es el lenguaje de nuestra mente, hasta la prosaica realidad. 
      Ya sé que vienes a presentar tu nuevo libro, ahora hablo de él. Pero no podía perder la ocasión de darte las gracias por tantos regalos. Especialmente por el que me hiciste un buen día: el cuento La pregunta del cuco. Tú y yo sabemos por qué. 
Este año he recibido el mejor de los regalos. Hace unos días me llegó a casa un sobre con un lacito lila. Dentro había un tesoro, tu última creación: Alma de papel. Alma, al fin y al cabo. 
      Sólo alguien como tú, con una oreja verde, es capaz de oír hasta lo que dice la diminuta hoja de un papel. Llevas tanto tiempo escudriñando el alma de la infancia que has conseguido ver lo nunca visto y narrar sus historias.
      Esta vez desnuda tu prosa y haces poesía del alma, del alma del papel. Y el alma era diminuta y negra por fuera, y esencial y bella por dentro. Un libro que cabe en un bolsillo para llevarlo pegado al cuerpo, y al alma. Un libro para ver y leer, para pensar y soñar, para sentir y disfrutar. Un libro para degustar despacio en este mundo de prisas, para releer, para posarlo en la mejilla de noche, perdón, en la mesilla de noche y llevártelo puesto en los sueños. 
      Leí tu libro de un tirón, pero es de esos libros redondos, que cuando lo acabas siempre te quedan ganas demás, y, sin darte cuenta, ya estás otra vez en el principio. Y es que has conseguido lo sublime: resumir lo esencial de la vida en un pequeño frasco de esencias. Eso es la poesía, según Juan Ramón Jiménez, desnudar la prosa, poco a poco, hasta dejarla en los huesos, que es lo que da sustancia. Sólo los sabios eliminan letras para decir la verdad. 
      Y qué decir de tus collages: desnudos de líneas, color, textura o matices. Sólo, el alma escondida del árbol que un día fue. Puro arte. Arte vivo, que habla enigmas, como todas las artes, pero que sólo tú, con tu oreja verde, pudiste oír lo que decían. 
      Mil gracias por hacernos soñar, sentir, disfrutar y jugar en cuerpo y alma, cuerpo de poemas y alma de papel.
Cristóbal Gómez Mayorga
Librería Luces, Málaga
Navidad 2012

La Opinión de Málaga recoge nuestro paso por la librería Luces.


En el boletín nº
8, de diciembre de 2012, aparece una recomendación de Alma de papel. Para nosotros es un honor estar rodeados de tan ilustres escritores y editoriales. Este boletín está editado por un grupo de cuatro librerías (Cervantes, Oviedo; Luces, Málaga; Gil, Santander y Oletvm, Valladolid). Ellos nos cuentan sobre su proyecto "Libros con Huella es una cuidada selección realizada por libreros independientes, reunidos bajo el sello: Librerías con huella. Esta iniciativa tiene un doble objetivo: acercar a nuestros clientes libros que estamos convencidos que provocarán su disfrute, y por otro lado, desde nuestra total independencia rendir tributo que juzgamos merecido, a libros singulares. Pueden ser Libros con Huella por motivos diversos, pero comparten el hecho de no haber pasado desapercibidos por nuestras librerías".

Regala Alma de papel

                      


 Red de bibliotecas de Gijón 

 Breve reseña de "Alma de papel" 

Alma de papel
o la aventura del cruasán
Paco Abril

     Si alguien planea publicar un libro, grabar un disco, instalar una sala de teatro, montar una exposición, emprender un viaje de exploración o realizar un cortometraje, por poner unos pocos ejemplos, tendrá que buscar un mecenas, una institución o una empresa, que le aporte los recursos económicos necesarios para llevar a cabo su pretensión. Las editoriales, las productoras, las discográficas, y también bastantes departamentos de organismos públicos y privados, son las vías más importantes, si no las únicas, que se ofrecen a los decididos que quieran convertir en realidad su aspiración.
     Pero están surgiendo otras alternativas, nuevas formas de ayuda a la creación, y seguro que aparecerán otras nuevas, a pesar de los que con suficiencia afirman que ya está todo inventado.
     Precisamente junto con mi mujer, Ana L. Chicano, me he embarcado en una de esas nuevas alternativas. Hemos tenido la fortuna de recurrir a una nueva forma de editar un libro del que soy autor tanto de las ilustraciones como de los textos que, además, me parece que será el primero en publicarse en Asturias recurriendo a este sistema.
     Para entender el proceso lo dividiré en cinco partes.
     La primera será tener algo que ofrecer. Hace tres años empecé a realizar ilustraciones con la técnica del collage en una libreta especial. Me había propuesto el reto de no utilizar en aquel empeño más que una cartulina negra que, al rasgarla, dejaba ver su alma, de color gris plateado. Cuando ya llevaba más de treinta obras pegadas en la intimidad de aquel cuaderno, las ilustraciones comenzaron a hablarme. Tenían –me dijeron– algo que decir y yo, si aceptaba el reto, debía escribirlo. Y así, al dictado, de las imágenes surgieron los textos, llámense poemas, minicuentos o como se quiera. Tuve la oportunidad de exponer el resultado en la galería El Arte de lo Imposible. Y muchos amigos y conocidos me animaron a intentar convertir en libro aquel cuaderno surgido de la paciencia de las manos y de la escucha atenta que llevaba por título Alma de papel.
     La segunda fase la he denominado de manera humorística «El proyecto cruasán», porque el azar hizo que durante los días de la exposición se presentara en el Club La Nueva España de Gijón una empresa dedicada al crowdfunding, vocablo que, confieso, me costaba mucho pronunciar y que, al principio, me sonaba a cruasán. Asistí a esta presentación, a la que acudió una multitud de unas quince personas. La empresa se llama La Tahona Cultural. Tahona es el nombre que reciben los establecimientos en los que se hornea y vende pan, y ese nombre, por esas raras relaciones que nos hacemos a veces, me llevaba a confirmar lo del cruasán.
     Pero el «pan» de esa Tahona es de otra índole. Es una empresa dedicada a facilitar, como sus gestoras explican, la financiación de proyectos singulares, interesantes, atractivos, que pueden ser promovidos por personas individuales o por colectivos, aprovechando los recursos que ofrece internet.
     La verdad es que la palabreja crowdfunding se las trae. Es un vocablo inglés formado por crowd, que significa multitud, y funding, financiación. Es frecuente traducirlo por «microfinanciación». Lo original de esta propuesta es que ya no es necesaria la figura de un inversor rico. Esa figura será sustituida por las aportaciones, no de una, sino de muchas personas. Y es la suma de sus aportaciones la que hará posible la materialización de un proyecto. Lo mejor de este sistema es que se da un plazo de cuarenta días, y si en ese tiempo no se alcanza el objetivo económico fijado, no se hacen efectivas las donaciones. En este sentido nadie pierde nada. Si se alcanza, ¡regocijo! para la persona o institución que va a realizar su deseo, y ¡regocijo! para los mecenas, que también van a recibir recompensa por su apoyo.
     Muchos nos han preguntado por qué nos embarcamos en esta aventura. Les contestamos que nos decidimos a lanzarnos a «la aventura del cruasán» porque nos seducía la idea de desarrollar un proyecto global desde el principio hasta el final, porque estaríamos en contacto directo con quienes lo apoyarían y porque suponía el reto importante de transitar por un camino todavía inexplorado. Para nosotros fue, sin exagerar, como abrir una nueva vía para ascender por la cara oeste del Naranjo de Bulnes, que, mira por dónde, podría ser otro proyecto para financiar.
     Pero que nadie piense que no se precisa ningún requisito para que una empresa de microfinanciación apoye un proyecto. Lo que se ofrezca tiene que reunir una serie de condiciones. No vale cualquier cosa. Las responsables de La Tahona, a través del correo electrónico, que ha sido nuestro medio de comunicación fundamental con la plataforma, nos explicaron con detalle cuáles eran los requisitos necesarios para que aceptaran lanzar al ciberespacio nuestro proyecto, y estuvimos casi un mes preparándolo con ellas.
     O sea, que el proyecto tiene que ser aprobado primero. Y esto es realmente sugestivo, pues se tiene que presentar de manera atractiva, clara y concisa. Es decir, hay que detallarlo lo mejor posible, porque nuestra explicación será la que aparezca en la plataforma de internet. Es como hacer la página de una revista con la que intentaremos convencer a los posibles mecenas de que nuestra idea merece ser apoyada. Además debemos presupuestarlo con la mayor precisión. Y más aún, al texto de la presentación hay que añadirle la guinda de las ilustraciones y, si es posible, un vídeo que sintetice en un minuto lo que se quiere realizar.
     Sí, hasta tuvimos que elaborar un vídeo. Nos lo filmó Sonia Segarra, una de las más destacadas directoras de documentales de sesenta segundos que tenemos en nuestro país, quizá todavía poco conocida dado que sus películas no se exhiben en salas comerciales. Ella también fue un importante refuerzo a la hora de impulsar esta idea.
     Hay quien se asusta de este laborioso planteamiento, pues tal se diría que, quien desee obtener ayuda para llevar a cabo, pongamos por caso una obra artística, tendrá que ser más que artista y meterse en los berenjenales de las finanzas, el marketing, el diseño y moverse bien por los espacios virtuales. Pero la cosa no es complicada para quien disponga de un buen proyecto y no sepa nada de los demás asuntos, pues va a contar con la ayuda constante y eficaz de las tres gestoras de La Tahona, dado que ellas mismas se lo diseñarán para colocarlo en su plataforma digital y mostrarlo en internet. Y ellas también atenderán sus dudas, le aportarán sugerencias y le informarán del desarrollo del proceso.
     Y así entramos en la cuarta fase, la de la difusión. Como comentaba antes, el crowdfunding o microfinanciación es algo más que la búsqueda de recursos para llevar a cabo un proyecto. Ese algo más exige, aparte de explicarlo, presupuestarlo y publicitarlo, contar con un amplio grupo de personas, familiares, amigos y conocidos, a los que vamos a solicitar apoyo. Y esto significa esfuerzo y dedicación, pero también entrar en una nueva dimensión, una dimensión que propicia aprendizajes singulares.
     Aunque, claro, cuando se emprende algo nuevo siempre aparece algún aguafiestas al que le molesta o envidia (tremendo mal español) que otros hagan lo que él es incapaz de hacer, pero son una minoría. La respuesta a quienes lastran cualquier iniciativa emprendedora la encontré escrita en una pared, y no sé si procede de Edison o de la sabiduría china. Ponía en aquella pintada: «Los que dicen que no se puede hacer no deberían interrumpir a quienes lo están haciendo».
     Y seguimos adelante con fuerzas renovadas. Lo mejor –nos decían en La Tahona– es estar en las redes sociales, pues tendrán un efecto multiplicador de la información, lo que los entendidos en los entresijos de las tecnologías más punteras llaman difusión viral, pues se propaga con la misma velocidad que un virus. Pero nosotros no estábamos enredados en ninguna de las redes y tuvimos que conformarnos con la antigualla de los correos electrónicos personalizados y el más antiguo método del boca-oreja. Y nos asaltaba la duda de si funcionaría con tan poca cosa.
     ¡Y vaya si funcionó! Y así entramos en la quinta y última fase.
     El arranque fue prometedor. Rápidamente empezaron las aportaciones. Además, la prensa y los blogs de amigos y conocidos se hicieron eco de la pequeña odisea que pretendíamos llevar a cabo.
     Nosotros en vez de un único Cayo Cilnio Mecenas, el noble romano consejero de César Augusto que impulsó las artes protegiendo a los artistas, y que dio nombre a los que fomentan y patrocinan la materialización de sueños, sobre todo artísticos, buscábamos muchos Cayos Cilnios Mecenas que impulsaran nuestro proyecto con pequeñas aportaciones, porque ésta es la esencia del crowdfunding: muchas personas apoyando una idea que conocen y valoran.
     Y llegamos al final superando con creces el objetivo inicial de 2.500 euros para lanzar quinientos ejemplares. Gracias a nuestros 136 pequeños mecenas hemos superado la cifra de 3.000 euros y podremos editar mil libros. 
     No todas las personas pusieron la misma cantidad. Se ofrecieron seis modalidades de aportación, de 5, 12, 20, 35, 50 y 100 euros para que cada una participara según sus posibilidades.
     A cambio recibían, dependiendo de la aportación, diferentes recompensas. A los que enviaron 12 euros, se les mandará un ejemplar del libro a casa. A los de cuantía superior, más libros y reproducciones de las ilustraciones en alta calidad.
     Merece la pena animar a los jóvenes creadores a emprender esta nueva vía para sacar a la luz sus proyectos, aunque implique un esfuerzo grande. Y la merece hasta cuando no se consigan los objetivos propuestos, porque, como decía antes, se aprende mucho y no se pierde nada. Además, es cambiar de chip mental. Es empezar a ver lo que haces con los ojos de otros, es abrirse a nuevas posibilidades, es acrecentar la creatividad, superar muchas de las mezquindades del nuestro ego dándonos un baño de auténtica y necesaria humildad, y es acrecentar, de verdad, el ámbito de las amistades y de las relaciones.
El objetivo se ha conseguido. Solo me resta dar las más efusivas gracias a cuantas personas lo han difundido, entre ellas a LA NUEVA ESPAÑA, y a quienes lo han hecho posible con sus aportaciones. Este sistema de financiación no se basa en la caridad, porque siempre se recibe algo a cambio, pero sí estimula la generosidad y el agradecimiento.

En este enlace con la librería Cervantes (Oviedo) podrás adquirir el libro a través de internet.
http://www.cervantes.com/libro/9788461605248/alma-de-papel/ 


 MIL GRACIAS 

 ¡LO HEMOS CONSEGUIDO! 


    Gracias a vuestras aportaciones, y a vuestra confianza en el proyecto,
el libro "ALMA DE PAPEL" estará a la venta en librerías,
y a través de esta página blog, en octubre de 2012.
Os mantendremos informados.


Si quieres saber más sobre el proyecto pincha en este enlace.
http://www.latahonacultural.com/es/proyecto/52
  COLABORA EN LA PUBLICACIÓN DE ALMA DE PAPEL  










Estimados amigos:
He estado trabajando durante tres años en un libro del que soy autor tanto del texto como de las ilustraciones. En el mes de marzo de este año, lo expuse en la galería El Arte de lo Imposible, de Gijón, junto con otras doscientas obras mías realizadas con la técnica de collages de papel. Muchos de los que fuisteis a verlo me pedisteis encarecidamente que lo publicara. Y esa petición es la que me ha animado a buscar la manera de llevar a cabo este proyecto. Y quiero hacerlo utilizando el novedoso sistema que se ha llamado microfinanciación. Intentaré que se haga realidad a través de La Tahona Cultural, que es una plataforma online creada para facilitar la financiación de proyectos culturales. En esencia consiste en que los propios interesados en el proyecto lo apoyen con sus aportaciones. Por eso solicito tu apoyo para que el libro pueda ser editado. A través de este link puedes realizar tu aportación.
También te pido que me ayudes a difundirlo a través de Facebook o de Twitter. Pinchando en los icono correspondientes, situados a la derecha del proyecto, lo compartirás y lograremos que más personas lo conozcan.
Quienes participéis seréis, por supuesto, los primeros en disponer de un ejemplar.
Para más información, estoy a vuestra disposición en mi correo electrónico: pacoabrilberan@telefonica.net
Muchísimas gracias anticipadas por vuestra imprescindible colaboración.
Un afectuoso saludo.
Paco Abril

En este enlace podéis acceder a la blog de Eva, una de las mecenas, que ha realizado un estupendo resumen del proyecto de publicación de Alma de papel