Títulos:
·La diferencia entre un fantasma y un espectro.
·El caso del niño que no quería ser niño.
Autor: Tom Fernández
Ilustradores: Patricia Castelao y Marcos Calo
Editorial: Anaya
De 9 a 109 años
Cristina Panchenko tiene 10 años y es una lectora rara. Y es rara porque no se conforma con leer un libro, no; ella quiere ir siempre más allá. Y su más allá es empeñarse en conversar con los personajes de los libros que más le han gustado. Y no sabemos cómo lo hace, pero lo consigue.
La Oreja Verde –tampoco vamos a revelar cómo– consiguió grabar la conversación de Patricia con el personaje principal del último libro que había leído, cuyo título es El caso del niño que no quería ser niño. Reproducimos aquí esa conversación completa en exclusiva mundial.
–Hola, ¿tú eres Dragón Díaz, verdad?
–¡Huy, sí! ¿Cómo es que me conoces? ¿Quién eres tú?
–Me llamo Patricia y te conozco porque acabo de leer un libro en el que tú eres el protagonista.
–¿De veras? ¡Qué bien! ¿Qué libro has leído?
–¿Es que has salido en más de uno? Porque yo he leido El caso del niño que no quería ser niño.
–Ese es el segundo. El primero se titula La diferencia entre un fantasma y un espectro. ¿Qué te pareció? Si quieres decírmelo, claro.
–Me impresionó. Si no me hubiera gustado no estaría ahora hablando contigo. Por cierto, no me puedo creer que, con 9 años, no sepas cuánto son dos más dos.
–Habla bajo, por favor, que como se entere mi profe de mates me mata. De todas formas, dos más dos son cinco, por supuesto.
–Sí, claro, por eso has puesto a tu pandilla de detectives Club de 2+2=5.
–Estás muy enterada. Sí, somos detectives de niños raros, porque nosotros tres lo somos. Yo soy incapaz de hacer esa simple suma, Jimena es alérgica al cariño y Martín engorda cuando tiene miedo.
–Hay personas mayores que dicen que todos los niños somos raros. Mira si yo seré rara que me metí en la aventura que vives en el libro con tus amigos y me sentí una más. Lo pasé genial, aunque te confieso que hubo momentos en que tuve bastante miedo, sobre todo cuando me enteré de quién era en realidad la…
–¡Calla, no lo cuentes!, si alguien quiere leer el libro le quitas la emoción.
–Tienes razón, a mí tampoco me gusta que me destripen los libros. Vaya, ya ha sonado el timbre para entrar en clase. Quedamos otra vez cuando termine el primer libro de tus aventuras, ¿de acuerdo? Mira si soy rara que leí el segundo libro en vez de empezar por el primero.
–Espera un momento, ¿quieres ser del Club 2+2=5?
–¿Cómo que si quiero ser? Ya lo soy. Los que te leemos ya lo somos.
–¡Coliflores! ¡Por supuesto que sí! ¡Sois los más destacados del club! Te espero.
Texto y fotografía: Paco Abril