martes, 29 de mayo de 2007

Gorilón

Escrito por Jeanne Willis. Ilustrado por Tony RossEditorial: Ekaré
Reseña publicada en La Oreja Verde

Qué éxito tuvo el cuento Gorilón cuando Mª. Paz, la profesora de los niños de tres años, se lo leyó a sus alumnos. Les gustó tanto que tuvo que repetir la lectura una y otra vez. Los niños y niñas siguieron a la ratona protagonista por todas partes. «Pobrecilla», decían, «ha perdido a su bebé». Fueron con ella a buscarlo a lo alto de una montaña y a la selva, pero no lo encontraron. Y fue en la selva cuando, de repente, apareció un espantoso, peludo y horroroso gorila. Los niños y niñas chillaron con la ratona: –¡Es un gorilón! ¡Auxilio! ¡Socorro! ¡Me atrapará! Me machará y me molerá, me despachurrará y me destripará. ¡Y me zampará para el almuerzo! Y echaron a correr despavoridos por el mundo, perseguidos por aquel temible gorilón que cada poco le gritaba a la ratona: –¡Detente! Ella no se detenía, huía de aquel descomunal animal. Corría y corría, y los niños y niñas corrían con ella. Fueron primero a China, donde viven los osos pandas, y luego a Nueva York. Navegaron por el océano y llegaron hasta Australia, donde viven los koalas. Atravesaron el desierto. Y acabaron, por fin, con la ratona ya agotada, y el gorila pisándoles los talones, en el lejanísimo Polo Norte. ¡Qué gran viaje! ¡Qué gran cuento! ¡Qué gran aventura! Gorilón es uno de esos cuentos que ellos siempre recordarán. Por eso cada uno dibujó un magnífico gorila. Una niña que no conocía el cuento preguntó: ¿El gorilón se comió a la ratona? ¿Y que fue de su bebé? Dos importantes preguntas. Quien desee la respuesta saber, el cuento de Gorilón tendrá que leer.